5 aprendizajes de Hotel Transylvania 4, transformanía

El hotel Transylvania está festejando su aniversario, en medio de una fiesta caótica gracias al motivado y siempre bien intencionado Johnny, Drácula pretendía anunciar su retiro, dejando a cargo del hotel a su hija Mavis, pero al mismo tiempo duda poder confiar en Johnny, así que decide no retirarse y hasta inventa una ley para no dejar a su yerno a cargo de su legado.

Así que Johnny con ayuda de un artefacto que posee Van Helsing logra convertirse en monstruo, en una serie de enredos, Drácula y sus amigos se convierten en humanos, por lo que deben emprender una travesía para revertir estos efectos.

Si la película es buena o mala, podría ser motivo de un debate, a mí me gusto el argumento principal, pero siento que caen en muchas contradicciones respecto a las películas anteriores, me da la impresión que los guionistas no vieron las entregas 3 previas.

Mavis puede ser una muy buena o mala madre porque su hijo es olvidado toda la película. Viaja con los hijos de otra mujer, pero no con el suyo.

Pero dejando esas contradicciones de lado, acá lo que yo aprendí al ver esta película:

1. No te aferres a tu visión inicial: Los cambios y actualizaciones son muy necesarios en un mundo que constantemente está evolucionando. Tal vez sientas que las ideas nuevas no vayan muy de acuerdo con tu legado, pero, quien sabe, tal vez esas ideas frescas son las que tu negocio o producto creativo necesita para crecer.

2. Aprende a delegar: Hacerte cargo de todo, todo el tiempo, al intentarlo solo vas a conseguir cansarte en exceso sin llegar a tus metas. Deja que otros te ayuden, sobre todo para aquellas cosas en las que tú no eres excelente.

3. Mentir, nunca termina bien: Una mentira chiquilla puede levarte a tener que decir otra y luego otra y se vuelve en el cuento de nunca acabar.

4. Prepárate y prepara a tu gente para renovarse: Si estas planeando delegar funciones o de plano retirarte para dejar a alguien más a cargo, asegúrate de que la persona que recibirá estas responsabilidades este del todo lista para ello.

5. No hay nadie peor que un pendejo motivado: Ya sé, parece frase que diría mi papá, pero, seamos honestos nadie puede culpar a Drácula por no querer dejar su hotel en manos del molesto y torpe Jonathan. La motivación no lo es todo, se necesita preparación y mucha disciplina.

¿Qué opinas de esta película? ¿Las cuartas partes nunca son buenas?